Ella siempre fue tu Sol, tu luz, tu por qué de vivir. Sin ella, no podías vivir. No podías vivir sin su amor. Y yo, solitaria, era tan solo tu Luna, La Luna que atada a ti, giraba a tu alrededor sin hace más que sacarte tu luz de vez en cuando. Era inservible, un pedazo de roca. Ella, era tu Sol, si servía, porque sin él no podías respirar, no podías crecer, ella era realmente indispensable. Cuando te diste cuenta de lo indispensable que era el Sol para vos, la luna dejo de importarte, y lo único importante para vos paso a ser el Sol.
Nunca comprendí por qué a mi me tocó ser la Maldita Luna, la cual si dejaba de salir a ti no te importaría, y a ella le toco ser el Maravilloso Sol, que si dejaba de salir, tu te derrumbarías , desaparecerías o peor aún morirías.
Es tan difícil ver que te quedaste, de alguna forma sin La Luna, es decir sin Mi, porque me echaste y sin tu indispensable Sol, porque no lo supiste cuidar y ahora verte conformandote con una simple estrella, pobre, siin sentido y sin valor alguno, que desaparecerá algún día porque se dará cuenta de que no te merece-
Bueno, pero quién soy yo, La Luna, para decir qué o quién te conviene. Bueno soy la persona que todavía pende del hilo que esta atado a vos, el cual es imposible de romper, porque esta hecho de sentimientos, esta hecho del sentimiento del amor y del simple hecho de ser hermanas, y es mas irrompible aún porque la base es de nuestras almas, y para romperlo hace falta deshacer nuestras almas, y eso depende solo de nosotras.
Por y para siempre.
Vos ya lo sabés.
Ti amo.
Ojalá, algún día la Luna le pueda ganar al Sol, como en un eclipse.
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